sábado, 26 de abril de 2014

AGUA DE BABANDI PARA EL AMOR



Reportaje de El Nacional 8 de mayo de 1968

El secreto en la raíz
Hombres y mujeres beben en Upata
El agua de Babandí para el amor

La planta crece silvestre a lo largo de la costa del Alto Caroní y del Yuruari y abunda en el embalse de Copapuycito
Rómulo Gallegos hablaba ya en "Canaima- del agua de la Piedra de Santa María al comparar sus efectos con los de la zapoara de Ciudad Bolívar
Comprendido por cien mujeres y recordando a sus 46 hijos, Sixto Betancourt a los 82 años recomienda el agua de babandi

Texto: Américo Fernández
Fotos: Víctor Bayola
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Upata, 7.
(Enviados Especiales).
Upata, la de los antiguos ca­rreros del Yuruari, también, co­mo la pintoresca aldea de Bos­nia, tiene su fuente de juventud eterna. Desde hace poco más de una centuria que han abrevado aquí en su sed de amor miles de hombres y mujeres a quie­nes la naturaleza tornó frígidos o ancianos.
El secreto está en una planta de tallo delgado y muy largo que corre por los suelos húmedos o se arrolla a otros vegetales y cuyas raíces, según los nativos, tienen propiedades afrodisíacas. Esta planta es conocida aquí con el nombre de babandi o "boiban­dee", como le decían los negros antillanos de Martinica que a fines del siglo diecinueve se in­ternaron en la región del Yu­ruari en busca del codiciado dorado.
El babandí abunda silvestre a todo lo largo de la costa del Alto Caroni y del rio Yuruari, pero hay que ser experto para distinguirlo de los otros bejucos de la vegetación selvática. Mu­chos upatenses no conocen real­mente la planta, si acaso las raíces que les ha tocado usar algunas veces. En el embalse de Copapuycito, en la laguna del cerro La Carata y en las mon­tañas de la Piedra de Santa Ma­ria existen ocultos viveros de babandi que sólo unos pocos agricultores upatenses saben distinguir y extraer del suelo para luego vender por encargo a veinte bolívares el kilogramo de raíces.
Upata ha tenido siempre fama del pueblo más alegre de todo el Yuruari, acaso por sus mu­jeres bonitas y por las jaranas y jolgorios que armaban acá los forasteros cuando se diri­gían a las montañas purgüeras y a las quebradas del oro del Cuyuni.
Rómulo Gallegos, en su novela "Canaima" pone en boca de uno de sus personajes —Manuel Ladera— un comentario que ha­bla de la famosa agua de la Piedra de Santa Maria: "Pues ya usted verá si será agradable la fiesta. Aquellos montes azules son los de Nuria y ese farallón es la famosa Piedra de Santa Maria. de donde brota un agua que viene a representar aqui lo que la cabeza de zapoara repre­senta en Ciudad Bolívar: cebo para atrapar forasteros. Ya lo llevaran allá. las muchachas pa­ra bautizarlo con el agua que mana de ese peñón, a fin de que
 se case con una upatense y eche raices aquí. O cargue con ella para donde prefiera, que es lo que a ellas le interesa.
   “Porque Upata, que del tránsito vivía, también el amor tenía que poner sus esperanzas en el paso de los forasteros”.
Upata no solamente es pintoresca  y atractiva por su clima, su valle apacible, su luna, mujeres y colinas, si no también por el agradable y reconfortante sabor del agua que brota de la Piedras de Santa María de Carata y del embalse de Copapuycito. De este embalse depende actualmente el consumo total de agua de la población, no obstante que existe una tubería de acero para llevar el agua desde la Planta de Tratamiento de San Félix, es la opción de muchos nativos de que cuando la Planta de bombeo comience a funcionar la gente, no dejara de ir a la a Copapuycito que quedas apenas un kilómetro, para llenar su garrafón.

Esto no es un secreto descubierto ahora. Cuando el cable trajo la noticia de que en Yugoslavia había un agua que “salvaba matrimonios”, la gente de Upata  sonreía socarronamente, lo curioso es que si se le pregunta a algún personaje de Upata que si conoce o ha probado el babandi, responde inmediatamente  que no; pero si se entra a familiarizarse en la conversación, acabara admitiendo que alguna vez probó el producto por mera curiosidad, la lógica termina demostrando que de la curiosidad se pasó al habito.
    Esto es más o menos lo que nos conversó Carlos Cesar Castro Gruber, un Upatense de 76 años, admirador de Piar y entregado por entero a su vocación de agrimensor. Como buen Upatense, conoce las propiedades terapéuticas del babandi, y nos recomienda leer “Geografía Médica del Yuruary", un libro de Eduardo Oxford López. Donde se habla de la planta.
    Según Castro Gruber, los martiniqueños fueron los primeros en dar a conocer el valor de la raíz del babandi, que más luego industrializo, hasta hacerse de buena fortuna el farmacéutico Antonio Lecuna Bejarano. El farmacéutico Valenciano supo atraves del análisis, de las propiedades afrodisiacas del babandi y obtuvo preparación que ofrecía en su farmacia y le hacía publicidad a través de la prensa de Ciudad Bolívar.  Recordó que un científico Italiano escribió hace años pidiendo raíces de la planta para un análisis.

OCTAGENARIO CON MAS DE 100 MUJERES Y 46 HIJOS RECOMIENDA EL BABANDI


Sixto Betancourt, un andino de 82 años recaló por estas tierras de Upata cuando solo era un recluta lampiño, sirviendo en el ejercito de Castro, elogia la raíz del babandi, cuando cuenta que ha tenido aventuras duraderas con más de cien mujeres, de las cuales ha tenido 46 hijos. De estos 46 hijos han muerto 21 y sobreviven 25. Lo que expresa sin parpadear y con una amplia sonrisa.
    Actualmente Sixto vive con una albina de 26 años que lo cuida y según sus palabras “se siente de el muy agradecida”. Conoce los secretos del babandi y mostrándonos una botella, nos relata cómo se prepara.   

El “Leon de Guacarapo”, el “Negro” Lucio Valdes y Ramon Ilagarra son los proveedores del producto sexy de Upata. A ellos se les hace fácil llegar a los viveros y extraer las raíces que luego venden en haces de un kilo.

Ramón  Ilagarra es un campesino que  expende la misteriosa yerba directamente y por encargo.  Muchos se valen de conocidos del lugar para reclamar el babandi por carta, y es que el babandi o la raíz del babandi curtida en ron o en agua común no es desconocida, goza de tanta fama de afrodisiaco como la Yumnehoa o yohimbina, el Giseng que se importa de la China, la Damiana, etc.

José Díaz vicepresidente del consejo municipal de Upata, quien  nos ayudó por montes y  caminos buscando la fuente de la  juventud. No se cansa de elogiar las bondades de la yerba y nos recomienda entrevistar al  Doctor Luis Jiménez Segura,  quien reconoce que la planta del babandi ha sido en cierto modo atracción turística y fuente de ingresos para Upata. Él nos confiesa  muy cierto que jamás ha tenido contacto con la planta, porque “estoy convencido de que el mejor afrodisiaco es una buena salud y una compañía solicita ”.
-De todas maneras- termino diciendo el concejal- ojala que esto que ha salido a la luz pública convierta a Upata en una especie de Kladanj, donde los hoteles no tienen cupo.


El doctor Gervado Vera Custodio opina que las pro‑
piedades afrodisíacas del babandi no están científica‑
mente comprobadas.

1 comentario:

  1. Mi abuelo paterno Dr. Lecuna Bejarano logró descubrir el AGUA DE BABANDI....y en Upata ya nadie lo recuerda nio lo nombra. El desagradecimiento es bestial....con permiso...!

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