Blog dedicado a trabajos periodísticos de Américo Fernández publicados en rotativos regionales y nacionales.
lunes, 15 de febrero de 2021
Guaniamo: un río de diamantes Que desemboca en el extranjero
Se calcula que este año la producción controlada será la mayor en la historia de la aventura guayanesa: 700 mil kilates con valor de 50 millones de bolívares
Es incalculable la magnitud del contrabando que se ignora y se tolera
La roca madre, máxima ilusión del buscador, está en algún recodo de las serranías del Roraima
Unos diez mil buscadores, el 40%, brasileños y colombianos indocumentados, acechan entre toneladas de fango, el celaje de una riqueza que, alcanzada, se esfuma entre vapores de licor y besos comprados.
Para el sanitarista aquél mundo es un cultivo de toda clase de enfermedades y delito sociales.
--Américo Fernández--
Diario El Nacional
De este lado sur del Orinoco está buena parte de la tierra más vieja del mundo y. acaso, la más afortunada. Rica en hierro, manganeso, níquel, cromo, oro, diamantes, recur¬sos forestales, energía hidroe¬léctrica, pesca y petróleo. To¬do, excepto el hierro, el oro y el diamante, está intocable.
El hierro, como lo dijera al¬guien, "se va cantando la can¬ción del que no vuelve" sino transformado en neveras,- au¬tomóviles, cocinas y toda cla¬se cie artefactos.
El diamante también se lo llevan desde hace medio siglo y nos lo regresan en mínima parte tallado y engastado en medallones y anillos para que paguemos más de lo que costó sacarlo de la tierra y llevarlo al extranjero.
La extracción del diamante tiene actualmente en Guayana más atractivo y relevancia que el oro. No producimos tanto diamante como el Congo, Ghana, Sudáfrica, Angola. Li¬beria o Tanganika, pero sí lo suficiente rara una modesta industria. Además, la producción es constante, ascendente, y si llegan a descubrirse las rocas madres o kimberlíticas , no sería aventurados afirmar que Guayana o Venezuela pasaría entonces a situarse al nivel de los grandes productores.
Valga decir que la producción de diamantes será este año la más elevada desde 1923 cuando comenzó la explotación de los depósitos de aluvión adyacentes a los cursos de los ríos que surcan la Gran Sabana y la región del río Yuruari.
La Oficina de Minas estima que para este año (1974) la producción estará ubicada por encima de los 700 mil quilates métricos, algo así como 50 millones de bolívares por los que el Fisco Nacional percibirá el uno por ciento por concepto de impuestos.
En 1972 la producción no llegó al medio millón de qui¬lates. El incremento de ahora se atribuye a la aparición a fi¬nales de octubre del año pa¬sado de una "bomba- diaman¬tífera" denominada "El Mila¬gro", la cual está situada en la zona del Guaniamo, al este de La Salvación, en el' Distrito Cedeño.
Los placeres diamantíferos del Guaniamo datan desde ha¬ce tres años y son los más grandes encontrados hasta ahora. Desde 1923 hasta 1969 los mineros buscaron el dia¬mante en los aluviones de la cuenca del río Caroni y del Cu¬yuní por el lado sur oriental, ahora lo buscan por la región suroccidental, en la cuenca del Cuchivero y del Caura.
Pero la meta importante del buen minero es poder dar con la génesis kiniberlitica, con la roca madre del diamante. El Prof. de Geología de la UDO, José Baptista Gomes, quien realiza estudios en tal sentido, ha comprobado junto con el doctor Darcey Pedro Silvestre, de la Universidad de Indiana que los diamantes del Guaniamo tienen el mismo origen de las gemas africanas, ha dicho que Angola y el Congo Belga tardaron hasta más de 40 años en descubrir la roca madre trabajando e investigando en forma organizada. Rusia aprovechó la experiencia africana y tardó sólo 12 años en llegar hasta la kimberlita para figurar en las estadísticas mundiales de grandes productores de la gema.
En Venezuela llevamos medio siglo sacando diamantes con Suruca y de la forma más aventurada y anárquica. Jamás aquí se ha trabajado organizadamente sobre la base de un programa, ni se ha considerado este renglón minero como un aspecto importante de la economía. A los guaya-neses, en especial a geólogos y economistas, les resulta in¬concebible que se haya dejado pasar medio siglo sin haberse elaborado un Programa del diamante.
TODAVIA QUEDA DIAMANTES
A pesar del diamante extraído en el curso continuado de cincuenta años, todavía queda bastante como para pensar seriamente en un programa. Los diamantes que los mineros guayaneses explotan en las cuencas de los ríos, quebradas y bolsones de los valles llevado allí por la creciente, se cree que proviene de la Formación Roraima cuya edad se calcula en l700 millones de años.
Mientras esta formación o grupo domine la topografía de la región, siempre habrá diamantes en los cauces de los ríos y márgenes en forma más o menos esporádica, nos ha dicho en conversación informal el profesor Baptista.
Por otra parte, es descono¬cida el área abarcada en épo¬cas anteriores por la Formación Roraima, lo que supone que puede haber diamantes en aluviones y eluviones provenientes de su destrucción en zonas donde actualmente existe la formación. Tal concepción ofrece unja perspectiva favorable del futuro del diamante dentro del aspecto
QUE HACEMOS CON EL DIAMANTE
A pesar que el diamante se explota en Venezuela (Guayana) desde 1923, no se conocen estadística sino desde 1937, que marca un primer período hasta 1945, en el cual el promedio de la producción se mantuvo en 18 mil quilates por año. Desde 1946 a 1955, se notó una tendencia de crecimiento en la producción. Entre 1956 y 1960, la producción tendió a bajar y finalmente, desde 1961 hasta nuestros días en que la producción aumentó de nuevo hasta llegar a los 700 mil quilates métricos. La producción total desde 1937 a esta fecha se estima en más de 4 millones de quilates, algo así como 820 kilogramos de diamantes, clasificados en tres tipos: talla, industrial y Bort. La producción actual sólo representa un poco menos del uno por ciento de la producción mundial, pero la óptima calidad del diamante venezolano (60 por ciento talla) lo hace muy apreciado.
Pero qué hacemos con nuestro diamante? El diamante nuestro sale en bruto hacia el extranjero por dos vías diferentes, la vía legal y la vía del contrabando. Se estima que si la producción diamantífera exportada durante los últimos diez años hubiese sido tallada en Venezuela, nuestro país hubiera obtenido un ingreso superior a los 3400 millones de bolívares.
EN VENEZUELA NO EXISTE
INDUSTRIA DEL DIAMANTE
No obstante el valor que le agrega la talla al diamante, en Venezuela, con 50 años de explotación diamantífera, no existe una industria del dia¬mante. Israel, sin embargo, coa una población inferior a la de nuestro país y en cuyo suelo no existen yacimientos de diamantes, tiene una au-téntica industria conformada por más de diez mil tallado¬res. De acuerdo con recortes de nuestro archivo, Israel im¬portó en 1960 aproximadamen¬te un millón y medio de qui¬lates de diamantes, avaluados en 51 millones de dólares, y exportó 618 mil quilates, ava¬luados en 61 millones de dóla-res.
SOLO DOCE TALLADORES
EXISTEN EN VENEZUELA
Tenemos información de que en Venezuela sólo operan ocho establecimientos peque¬ños donde se talla el diamante y los cuales dan trabajo a do¬ce talladores, los talladores únicos que hay en el país. Estos ocho es¬tablecimientos no están en ca¬pacidad de absorber toda la producción y de allí que esta vaya a parar a los mercados extranjeros tal como se va ahora la mayor parte de la producción de hierro. En medio siglo n nadie se le ha ocurrido fundar una Escuela de Talladores de Diamantes capaz de formar el personal auxiliar de la industria y la jo¬yería, como medio de aumentar las fuentes de trabajo y para que la producción diamantífe¬ra derive mayores beneficios a la Nación.
TRAFICO ILEGAL
DE DIAMANTES
El Ministerio de Minas no tiene conocimiento exacto de la magnitud del contrabando de piedras preciosas que se realiza a través de las fronte¬ras con Brasil y Colombia y mediante avionetas que con visa de turismo vienen desde el Norte. Las estimaciones que aquí hacen conocedores del comercio del diamante son de un 30 por ciento con respecte a la producción controlada.
Lo intrincado de la selva y la soledad reinante en la in¬mensa región de Guayana son factores propicios para el trá¬fico clandestino de mineros provenientes de Brasil, Co¬lombia y de la misma Guyana, que trabajan y actúan en la mayoría de los casos sin con¬trol y llevándose ilegalmente a sus países piedras preciosas de gran tamaño y óptimo rendimiento.
EL MINERO.UN EXPLOTADO
El pescador y el agricultor han logrado hasta cierto punto reivindicaciones. Conocen sus precios, saben dónde Pa¬gan mejor por su producto y cuál organismo en sustitución de patronos e intermediarios puede acreditarles sin usura. El minero. y especialmente el buscador de diamantes, no ha podido dar con las mismas facilidades. Su vida sigue siendo la de un nómada, la de un hombre que aventura en busca de fortuna, un hombre que se juega la vida desafiando la hostilidad de la selva y trabajando sin cesar de sol a sol desgarrando la tierra hasta sus más profundas capas para encontrar allí la piedra preciosa que deslumbra con sus facetas de líneas luminosas.
A veces tiene suerte otras veces pierde su trabajo y el crédito. Vuelve a insistir en el
punto donde sospecha que hay diamantes hasta conseguir recompensa a sus esfuerzos. Pero el minero es un ser que pierde de pronto el sentido de la reaidad. Deja volteada la tierra, se va al poblado, vende el diamante encontrado, paga a quien le debe y luego pierde la razón entre copas y muje-res. En él se cumple un círcu¬lo vicioso. Los que están por detrás de él facilitándole el trabajo son los que se aprove¬chan: el comprador de dia¬mantes, el comerciante de ar¬tículos de consumo y toda una abigarrada gama de ex¬plotadores y aprovechadores que invaden las minas cada vez que se corre la voz de una "bulla diamantífera".
Mucha gente sensata se pre¬gunta si el minero debe conti¬nuar trabajando bajo estas condiciones y bajo este régi¬men de libre aprovechamiento o si se establece un sistema de minería controlado por el Estado.
ASISTENCIA SOCIAL Y SANEAMIENTO
Aparte de la explotación de que es víctima el buscador de diamantes, tanto en el comer¬cio de las gemas como en los cobros por movilización o por los artículos que consume, sufre otro problema gravísimo que es la falta de asistencia social.
En un trabajo presentado por el ingeniero Andrés Eloy Peralta Rejas al XII Congreso Interamericano de Ingeniería Sanitaria, tilda de primitivos los centros mineros, donde son frecuentes la poligamia, la poliandria y el concubinato que dan como resultado pro¬les que física y psíquicamente quedan imposibilitados para tener hogares sanos y con bases morales sólidas.
''Explica el ingeniero sanitarista que en una estructura social como la señalada, proliferan delitos sexuales, delitos de violencia, homicidios, sui¬cidios, alcoholismo y gambe¬rrismo en muchos casos.
Peralta Rojas formuló su trabajo basándose en las im¬presiones recogidas en las mi¬nas del Guaniamo, donde constató cómo el minero vive en covachas formadas con cuatro puntales y techos ines¬tables hechos con palmas, ra¬mas de árboles y pocas veces material laminado. En estas covachas de pocos metros cuadrados, sin demarcación de ambiente, cocinan, comen, descansan y procrean acom¬pañados de aves, perros, cer¬dos, monos y otros animales. El patio de su vivienda se con¬funde con el de su vecino y allí, a cielo abierto, disponen sus excretas y todos los resi¬duos sólidos.
Confrontan además una se¬rie de riesgos tanto los mine¬ros que trabajan en tierra fir-me en Jornadas de diez o más horas como los que trabajan bajo el agua en los ríos. A es¬tos riesgos profesionales suelen agregarse los males produci¬dos por enfermedades vené¬reas en todas sus formas, res¬piratorias altas, agudas; gastroenteritis, desnutrición. leismaniasis, micosis, paludis¬mo, etc. Todo esto agravado por la falta de educación sa¬nitaria, la falta de recursos médico-asistenciales y sanea¬miento ambiental.
LA MINA
MÁS IMPORTANTE
En Guayana hay determina¬das cuatro zonas diamantíferas: la cuenca del Cuchivero y del Caura, la cuenca del Ca¬roní, la cuenca del Cuyuní y la cuenca del Ventuari en el Alto Orinoco. Las concesiones otorgadas para la explotación del diamante abarcan una su¬perficie de 6.217 hectáreas y dentro de la zona de reserva nacional formada por Amazo¬nas y la parte del Estado Bolívar, situada al sur del Para¬lelo 6 se han decretado áreas de libre aprovechamiento.
Dentro de esas áreas de libre aprovechamiento, la zona diamantífera más importante, la mayor de todos los tiem¬pos, es sin duda, Guaniamo, al Sur de Caicara del Orinoco donde han surgido pueblos mineros de pintorescos nombres: Los Bigotes del Goberna¬dor, El Milagro, La Bicicleta, La Cuaima, Tres Choques, El Resbalón del Diablo, La Sal¬vación, El Candado, Candelita, Empeluzcado, Caracollto, El Danto, La Culebra, Sabañón y Las Pavas entre otros.
Unas diez mil personas, en¬tre las cuales hay unos 4 mil brasileños y colombianos In-documentados, trabajan en esos puntos de la región del Guaniamo. El diamante aquí se encuentra a una profundi¬dad de trece metros. El terre¬no es completamente selvático y accidentado y sólo es posi¬ble horadarlo con máquinas chupadoras. Esta mina, sin incluir el diamante que sale de contrabando, produce unos 5 millones de bolívares men¬suales, y significa desde el punto de vista social un ali¬viadero del desempleo y un incentivo a la economía de Ciudad Bolívar, que es el centro de relaciones comerciales de los mineros.
QUE DEBE HACERSE A FAVOR
DE ESTE TIPO DE MINERÍA
De acuerdo con opiniones del profesor José Baptista Gemas, del Ing. Andrés Eloy Peralta Rojas, del Ing. Oleg Andreiev, del Ing. Francisco Izquierdo Franklin y otros profesionales, a quienes para informaciones aisladas de prensa y 'en diferentes ocasio¬nes nos ha tocado entrevistar, lo primero que debería hacerse es acabar con el régimen de libre aprovechamiento y establecer un sistema de mi¬nería controlado por el Esta¬do por considerarse que la minería libre, tal como se practica actualmente tiene graves fallas de orden técnico y legal que deriva en un sin número de problemas sociales.
Seguidamente, reglamentar las labores de explotación del diamante a fin de acabar con una gama de injusticias y ga¬rantizar al Fisco Nacional y a los mineros la participación y la protección que correspon¬den; planificar y crear en Guayana una Bolsa de Minera¬les o Banco del Diamante pa¬ra adquirir al contado la pro¬ducción de medianos y peque-ños productores mineros y fa¬cilitar asesoramiento técni¬co; crear una Escuela de Talla de Diamantes con miras a echar las bases de una Indus¬tria de piedras preciosas; tomar medidas enérgicas para acabar con el caos y la especulación, estudios para localizar las ro¬cas madres del diamante y legalización de gemas en cauces antiguos y aluviones de los ríos actuales y establecer con¬troles y servicios mínimos sanitarios corno un servicio de educación y concienciación dirigido a un comportamiento social más humano e integral.
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