jueves, 14 de enero de 2021

José Manuel Sucre Ruiz verticalidad y honor a toda prueba

(Publicado en el Correo del Caroni, edición del 24 de febrero de 1992) José Manuel Sucre Ruiz verticalidad y honor a toda prueba * Ayer temprano inhumaron los restos de José Manuel Sucre Ruiz, el leal y generoso “Chipo Sucre” de los bolivarenses tradicionales; tataranieto del hermano menor del Gran Mariscal de Ayacucho y tío del Ministro presidente de la CVG, Leopoldo Sucre Figarella. Falleció a la edad de 86 años dejando tras sí una ejemplar y vertical línea de conducta tanto en los negocios públicos como privados. Texto de Américo Fernández Puedo decir esto con propiedad porque fui de muchacho junto con Luis Figueroa, su empleado de confianza cuanto José Manuel Sucre Ruiz era Gerente de la Casa Mercantil F.E. Salazar, de la calle Venezuela. Estaba a punto de sucumbir la Dictadura y dirigentes de Acción Democrática en la clandestinidad se estacionaban en la acera del Correo, al frente, y me tocaba algunas veces llevar sobres con mensaje y dinero. Porque Sucre Ruiz estuvo desde que era empleado de la Casa de Blohm, ligado a Acción Democrática. La vio nacer junto con Rafael Simonovis, Enrique Veccionacce, José Luis Orsetti, Julio Paván, Régulo Salazar (director de “El Loro”), Luis Felipe Pérez Flores, Ramón Vicente Tovar, José Luis Mattei y los para entonces estudiantes Jorge Huncal, Gervasio Vera Custodio y Luis Pasarelia, entre otros. A don Chipo Sucre, empleado de la poderosa Casa Blohm y luego por muchos años gerente de la Casa F.E. Salazar que comerciaba con unos 400 renglones de mercancías nacionales e importadas y que agenciaba a la Compañía Real Holandesa de Navegación, paciente, y buen conversador como era, le alcanzaba el tiempo para administrar y escribir frecuentemente por El Luchador y El Bolivarense sobre los diversos tópicos de la vida regional, estar pendiente de lo más mínimo de su familia. De su esposa Lucila Trías y de sus hijos Elda, Luicita y Juan Manuel Sucre Trías, fogoso dirigente juvenil seguidor de las ideas revolucionarias de Domingo Alberto Rangcl, doctor en economía que llegó a ser presidente de la Comisión de Finanzas del Congreso de la República y Embajador de Venezuela en Londres donde hizo todos sus estudios de postgrado. Luego que se retiró de la empresa privada fue cuando José Manuel Sucre Ruiz entró de lleno en la vida política. En dos ocasiones fue miembro del Comité Ejecutivo Seccional de Acción Democrática, tesorero del Gobierno Regional a raíz del 23 de enero de 1958; Gobernador del Territorio Federal Delta Amacuro y administrador del Palacio de Mira- flores. PARENTESCO CON EL MARISCAL José Manuel Sucre Ruiz desciende de un hermano menor de Antonio José de Sucre, el Gran Mariscal de Ayacucho. Este hermano menor, Juan Manuel Sucre, casado con Águeda Moor, se radicó, en Angostura junto con su esposa en 1840, siendo Gobernador de la provincia de Guayana el coronel Ramón Burgos. Hijos de este matrimonio venido de Cumaná fueron Leopoldo, quien destacó en Angostura como excelente pianista y se casó aquí con Juana Ripol; Narcisa, casada con Víctor José Grillet; Dolores casada con Adriano R. Alcalá: Vicente, con Avelina Contasti Laveaux; Nieves, con Pedro Miguel Pares; Antonio José, con Carmen Martínez Level; Rosario, casada con Ramón Aristiguieta Contasti y Juan Manuel Sucre Moor, casado con Delfina Zamarra Afanador. SUCRE ZAMARRA SUS ABUELOS Y SUCRE RUIZ SUS PADRES Juan Manuel Sucre Moor, casado con Delfina Zamarra Afanador, fueron los padres de Juan Manuel Sucre Zamarra, quien contrajo matrimonio con Matilde Ruiz, hija del; médico Ángel Ruiz, director a principios de siglo del Hospital Mercedes y Caridad, transformado actualmente en el Hospital Universitario “Ruiz i y Páez”. Juan Manuel Sucre Zamarra y Matilde Ruiz tuvieron tres varones: José Manuel (Chipo), Juan Manuel (Juancito) y Antonio. De los tres era Don Chipo Sucre el que sobrevivía a la edad de 86 años. Tuvieron también a Matilde, Luisa, y Delfina que es la única muerta de las hembras. Juan Manuel Sucre Zamarra. Muerto en Ciudad Bolívar, enero de 1889, estuvo muy metido en la política del Estado, ocupó importantes cargos públicos y fue en 1874 senador por Guayana. Partidario de Guzmán Blanco y de la Revolución de Abril, fundó en la ciudad el primero de septiembre de 1869 el periódico “El Orden”, importante vocero que los liberales partidarios de Juan Bautista Dalla Costa, sacaron para frenar a El Boletín Comercial, defensor de los intereses políticos de Los Azules liderado a nivel nacional por el entonces octogenario héroe de la independencia José Tadeo Monagas. DON CHIPO OPUESTO A REELECCION DE CAP En conversación que sostuve con Don Chipo en una oficina que tenía en 1985 frente a CADA, me comunicó que no veía bien que CAP se lanzara de nuevo a la Presidencia de la República, pues abrigada malos presentimientos. En esa ocasión me dijo textualmente: -Carlos Andrés Pérez no sólo es mi compañero, sino mi amigo y lo quiero mucho, pero para evitar conflictos debería hacer un gesto como el de . Rómulo. Además, Acción Democrática históricamente ha sido anti-reeleccionista. -Y usted no cree que su sobrino Leopoldo Sucre Figarella es presidenciable? le inquirimos en la oportunidad y respondió con esa firmeza que le caracterizaba: -Claro que lo es. Es un hombre de mucha envergadura, pero no es político y por eso es difícil que lo candidateen. -A quién salió su sobrino Leopoldo con ese carácter duro que se le atribuye? -Sin duda, a mi hermano Juancito, pero en el fondo gente muy humana y de un gran corazón. Juan Manuel Sucre Ruiz (Juancito), casado con Inés Figarella, era gerente de la casa “Rosales y Cia.” en Tumeremo y me contó Don Chipo que cuando él era agente viajero de Blohm, llegaba siempre a su casa. Una mañana muy temprano, a la hora del desayuno, vio que su hermano Juancito estaba hecho un demonio y le reprochó que tuviese que enojarse minutos antes de tomar el desayuno. A lo que contestó: -Yo no estoy caliente nada. Es que si no lo hago así, me joden esos carajos. Fue la penúltima conversación que tuve con Chipo y la última por teléfono ocurrió el año pasado cuando se hallaba en Caracas chequeando la salud resentida por su lucha contra un tiempo' al final nada favorable, pues le arrebató en plena juventud y ascenso político a su hijo Juan Manuel. Entonces le pregunté si hablaba frecuentemente con Leopoldo. -Leopoldo -me respondió¬ es un hombre que no dispone de tiempo sino para su trabajo y eso es bueno porque lo está haciendo por Venezuela. Por el hecho de ser yo su tío todo el mundo cree que estoy muy bien, pero no es así. Goubat (el ex Gobernador) me dice “y tú porque no vas a recibir a Leopoldo?” y tú sabes por qué, Américo? porque Leopoldo sabe mi casa. Si él me necesita que me busque, pero yo no lo voy a buscar a él. No me gusta esa vaina!!! Así era el carácter de José Manuel Sucre Ruiz, “Don Chipo Sucre”, hombre de una sola pieza, de una sola palabra, leal, vertical, humanitario, honorable a toda prueba. Orgulloso de su nombre, de su credo y de su ancestro. Orgulloso también, por supuesto, del liberalismo heredado de sus antepasados y que él vio encarnado en su partido, en todo cuanto a ese partido le queda de puro y de incontaminado. Ayer se cumplió su ciclo vital. Una losa con muchas flores colocaron sobre su tumba. Se fue con espíritu sereno a confundirse con la tierra hasta la infinitud de lo eterno y de lo etéreo, pero nos quedó para siempre el albor de su presencia.

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